Desde el principio de la humanidad el ser humano ha buscado, por diversas razones el estado de ebriedad.

Esta búsqueda ha trascurrido por diversas motivaciones, superando desde antiguo miradas censuradoras y, recientemente, barreras legales, para pervivir entre nosotros a día de hoy.

La presente formación no pretende entrar en un debate sobre si el consumo de una u otra droga es algo adecuado o equivocado.

Simplemente aceptamos que dicho consumo existe y que la persona que trabaja en un entorno donde se realiza debe conocer las motivaciones que actúan de motor para que sea así, así como modos de consumo, parafernalia utilizada y riesgos que conlleva.

Tradicionalmente, este tipo de aprendizaje se había realizado por personas relacionadas con reducción del daño. A mi modo de ver es un error.

La fiabilidad atribuida al profesional por parte del consumidor o ex consumidor, derivará del conocimiento que este segundo le atribuya:

¿Cuánto sabe esta persona de lo que me pasa?, ¿podrá ayudarme?

En un momento donde el estado emocional no es estable, bien sea por consumo o por la ausencia reciente del mismo, la respuesta a estas preguntas no debe dejar dudas a la persona usuaria.

Cuando el único elemento de contraste con su conocimiento es lo relativo a la propia sustancia y cómo se consume y porqué…el conocimiento detallado de estas temáticas debería ser algo referencial para las personas que trabajan en este sector.

Al menos es mi opinión y lo que constaté en los años que estuve trabajando de modo directo e indirecto con este colectivo.

En la presente formación intento aglutinar lo esencial de este conocimiento.

Espero que os sea de utilidad.